A nivel conceptual, el proyecto se basa en un prisma rectangular apoyado sobre un muro longitudinal que a su vez hace de muro de contención, salvando el desnivel de la parcela. Como consecuencia, por la parte sur la zona vividera queda a nivel superior donde las vistas desde las aperturas longitudinales son protagonistas y la parte norte se abre a través de un ojo que conecta el resto de la parcela mediante un porche cubierto.

Infografías: Cristian Andrade